Santiago Navarro F. / SubVersiones
28 de agosto de 2014
El Istmo de Tehuantepec, región sur de México que abarca los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz, abriga la mayor concentración de proyectos de parques eólicos de América Latina. Es la tercera franja de tierra más estrecha del continente después de Nicaragua y canal de Panamá -sólo 200 km de tierra liga el océano Pacífico con el Atlántico- donde fue prevista la construcción de 28 parques, de los cuales 15 ya fueron finalizados.
La región es ideal por sus vientos constantes en cualquier época del año. “Ahí confluyen las cordilleras formando una especie de efecto de túnel, la misma estrechez de la parte terrestre, hace que los vientos alcancen una gran fuerza y velocidad”, describe Patricia Mora, profesora-investigadora en ecología costera y ciencias pesqueras, del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Oaxaca del Instituto Politécnico Nacional (CIIDIR Oaxaca).
El estudio de impacto ambiental realizado por la URS Corporation México, como un ejemplo, a cargo da empresa Gas Natural Fenosa, para justificar el parque Biíno Hioxo, en el município de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, atestigua que el desarrollo de un parque eólico “en esta zona del estado de Oaxaca es un claro ejemplo del desarrollo sustentable” y que “el proyecto es viable ambientalmente ya que aprovecha recursos renovables y no genera impactos significativos sobre el medio ambiente”.
En el caso de la región afectada por este parque, el estudio considera que no habrá impactos significativos en la fauna; el impacto de mayores consecuencias y al que se le dará la atención necesaria, de acuerdo con la relatoría, es el riesgo de colisión de aves con los aerogeneradores. En relación a flora, el mismo estudio considera la remoción de la vegetación como un impacto también no significativo.
Mientras las relatorías de impacto ambiental avalan la implantación de los parques, las comunidades locales, así como ambientalistas, están alertando sobre el hecho de que la fauna y flora están siendo afectadas. Los casos de la Barra Santa Teresa, en Alvaro Obregón, y Playa San Vicente, Juchitán de Zaragoza, son particularmente especiales.
“Ahí está la frontera de varios ecosistemas íntimamente relacionados, acuático y terrestres, denominados ecotonos. Lo que ocurre en ellos por separado afecta la dinámica de tal manera que está en peligro la existencia misma de todos los ecosistemas en su conjunto”.
La bióloga explica, en una entrevista detallada, lo que los estudios de impacto ambiental pasan por alto, cuales son los reales impactos en la fauna y flora del Istmo, extendiendo sus efectos negativos no solo en México sino también en los ecosistemas de regiones de la América Central.
Incluso, Mora pone en jaque la forma como son formulados estos estudios ambientales. “Generalmente hay ‘convenios’ a puertas cerradas entre las consultoras o centros de investigación y las oficinas de gobierno, previas a los estudios. Se utilizan machotes donde se copia información, a veces mal copiada, donde se dicen mentiras o verdades a medias, se desvía la atención de la realidad del proyecto, pero aparentemente se cumple con los ‘requisitos’ en papel”.
Hay especies endémicas en peligro
¿Cuáles podrían ser los impactos a gran escala del corredor eólico del Istmo de Tehuantepec en flora y fauna, principalmente en la Barra Santa Teresa, Playa Vicente y la Ventosa?
Los impactos son a dos escalas de tiempo. La primera sería el impacto directo. Al instalar el proyecto tienen que “desmontar”, este es un proceso de eliminación de la vegetación. Eso equivale a la destrucción de plantas, como de organismos sésiles – son aquellos que no tienen un órgano que sirva de pie o soporte– o con desplazamientos lentos como los reptiles, mamíferos, aves, anfibios, insectos, arácnidos, hongos, virus etc.
Generalmente sólo percibimos lo macro, es decir, los organismos de mayor tamaño, y nunca se consideran los organismos diminutos e incluso microscópicos. Es ahí el mayor daño, pues muchas veces ni siquiera están identificados y curiosamente estos organismos son realmente los que mantienen los ecosistemas vivos y en equilibrio. En muchos de los ecosistemas mexicanos apenas están descritas algunas especies, esto depende de la disponibilidad de los investigadores, el presupuesto y la accesibilidad de la zona, por lo que no se puede cuantificar el daño real, aun así existen muchas especies endémicas, nativas que se encuentran en algún grado de peligro reconocido en listas nacionales e internacionales.
Después de finalizada la construcción continúa el impacto indirecto, pues se alteraron los ecosistemas, se fragmentaron y por lo tanto existe una mayor probabilidad de su desaparición, debido al cambio de uso del suelo y adicionalmente al cambio climático.
¿Cuál es la importancia de los ecosistemas de esta región?
Son considerados muy frágiles. Por su localización geográfica hablamos de zonas semiáridas donde el ciclo del agua es vital, estos ecosistemas actúan como retentores de humedad y su desaparición cambia drásticamente la capacidad de humedad del suelo. Al desaparecer la vegetación estos se convertirán en desiertos totalmente inhabitados, ya que la radiación solar cambia la dinámica del suelo, no permitiendo nueva vegetación.
La relación ser humano-naturaleza cambia, se deja de tener respeto por la tierra, contribuyendo a un mayor deterioro. Eso casi nadie lo considera, la tierra deja de percibirse como la proveedora y esencial para convertirse sólo en mercancía.
En particular quisiera señalar el caso de la Barra Santa Teresa y Playa San Vicente, pues aquí nos encontramos en la frontera de varios ecosistemas íntimamente relacionados acuático y terrestres, se les denomina Ecotonos -es la zona de transición entre dos o más comunidades ecológicas- y lo que ocurre en ellos por separado afecta la dinámica de tal manera que está en peligro la existencia de todos ellos en su conjunto.
Las zonas costeras de México son muy ricas en abundancia y diversidad, ahí no sólo son los organismos terrestres son los acuáticos, en esas zonas hablamos de miles de especies que no son vistos a simple vista.
Un ejemplo dramático, en los océanos hay millones de virus, generalmente creemos que los virus son “malos” pues los relacionamos con enfermedades, pero eso es una gran falacia. Los virus, como las bacterias son los responsables de la vida en la tierra, así como de su riqueza y diversidad. En pocas palabras los necesitamos para mantener con vida al planeta.
En las zonas costeras están los ecosistemas de manglar, las dunas costeras, las zonas supra e infra litorales y particularmente podemos decir que la vegetación costera juega un rol vital para la humedad de la zona. Al desaparecer estos ecosistemas quedarán desiertos, inermes, sin vida. La erosión haría estragos a la franja costera, favoreciendo la extinción de la laguna costera, ensalitrándose las tierras dulces, volviéndose inútiles para la agricultura.
El cambio climático afectará pues al desaparecer la vegetación, no habrá barreras naturales contra las corrientes de aire, tormentas tropicales y ciclones. Los ciclos de vida de muchas especies quedarán truncados, por ejemplo los reptiles requieren ciertas temperaturas para el equilibrio del sexo de sus crías, y para la misma incubación, ellos no regulan su temperatura corporal dependen de la temperatura ambiental.
Los manglares son el refugio de especies acuáticas, de hecho la Laguna Superior es uno de los sitios más importante en México para el resguardo de muchas especies terrestres. Forma parte del corredor Mesoamericano, por ahí pasan miles de aves -cientos de especies-. Las lagunas son humedales de refugio, descanso y comida para estas aves, si los manglares desaparecen, las aves no tendrán donde descansar y eso contribuye a su extinción. Están los murciélagos también, ellos serían afectados respecto a la luz y el sonido.
¿Los aerogeneradores crean un campo magnético, cuáles pueden ser las afectaciones para los microorganismos en el suelo y en la salud de los seres humanos?
Existe suficiente información sobre el daño que producen las ondas sonoras, estas aparentemente no son percibidas por el oído humano, pero eso precisamente las hace más peligrosas. Estas son de baja frecuencia, actúan sobre el sistema pineal y nervioso, causan ansiedad, depresión -hay un estudio que habla de incremento de suicidios en regiones donde están estos proyectos en EUA-, dolores de jaqueca, mareos, vómitos etc. La ciencia occidental le ha dado poco valor a las ondas electromagnéticas, sonoras. Pero la ciencia oriental que le da mucha importancia a los flujos energéticos en el cuerpo, relaciona el origen de muchas enfermedades a la contaminación que generamos con la emisión artificial de flujos energéticos, apenas se está reconociendo este daño.
En los demás seres vivientes también hay efectos, muchos organismos se orientan con las frecuencias sonoras, los murciélagos por ejemplo, en el caso de los acuáticos los peces se orientan con frecuencias electromagnéticas que pasan por su cuerpo, así como muchos otros organismos, muchas de las veces no saber hasta que profundidad aun les afecta.
Un ejemplo que me tocó observar muy de cerca en el acuario de Mazatlán –México. En la pecera donde están los tiburones ocurría que estos nadaban erráticos, chocando todo el tiempo con los cristales, alterados, no comían etc. Resulta que habían reparado este sitio usando unos tornillos de hierro distintos a los originales, al quitarlos de la pecera, los tiburones empezaron a estar tranquilos, resulta que la compostura había creado un campo magnético distinto con el material de construcción. Unos simples clavos.
También muchas especies tienen fototropismo positivo -que son atraídos por una luz. Uno lo puede observar cotidianamente con los insectos en la noche junto al alumbrado, o con la luz de tu computadora cuando estas a oscuras, incluso se utiliza como arte de pesca para capturar a los calamares y otras especies. Los ciclos de muchas especies están relacionadas con la luna llena y nueva para migrar. Lo que provocan con todos esos proyectos costeros que iluminan por las noches, es que alteran esos ciclos y es por eso que aparecen muertos muchos organismos en la orilla de la playa.
Se supone que las empresas deben de elaborar un estudio de impacto ambiental para sus proyectos ¿Que es lo que pasa con los estudios de estos proyectos? ¿Cuáles son los parámetros de estos estudios, que se considera y que no? ¿Quién le da seguimiento?
Lo que pasa es absoluta corrupción, es la verdad absoluta. Tengo que admitir, generalmente hay “convenios” a puertas cerradas entre las consultoras o centros de investigación y las oficinas de gobierno, previas a los estudios. Se utilizan machotes donde se copia información, a veces mal copiada, donde se dicen mentiras o verdades a medias, se desvía la atención de la realidad del proyecto, pero aparentemente se cumple con los “requisitos” en papel. Desafortunadamente las consultoras se aprovechan de la falta de empleo y contratan chicos inexpertos, profesionistas sin empleo, sin título y hasta se les coacciona para que modifiquen datos.
Los centros de investigación presionados por la falta de presupuesto para trabajar, aceptan estos trabajos y es bien conocido el hecho, de que hasta científicos reconocidos por CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) aceptan las dádivas de estas empresas, pues sus laboratorios “necesitan” dinero para equipo o para sus bolsillos y así poder cumplir con un estilo de vida. Hay que mantener los niveles CONACYT, para que puedas trabajar como investigador dentro del Sistema Nacional de Investigadores. A ese nivel se llega la corrupción. Cuando uno revisa estos documentos se ve la información basura, incluso bajada de internet, toda enfocada a las “bondades del proyecto” y no se hace el estudio de fondo.
La Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) le da seguimiento, pero todo puede quedar en un buen arreglo, pues son burócratas los que tienen la última palabra.
¿Cuáles pueden ser las afectaciones en este ecosistema en su conjunto, incluyendo a las comunidades nativas, si una especie migra a otro lugar o desaparece por las condiciones de este proyecto?
La mayoría de las especies tienen nichos específicos, son pocas las consideradas pioneras, que son las que podrían habitar nuevos ambientes, pero además debemos considerar que la aclimatación de cada especie depende de su ciclo de vida y su “elasticidad”. Para dar un ejemplo concreto, las tortugas marinas siempre regresan a la misma playa donde nacieron. Si desaparece ese lugar ellas no ocuparan otro lugar. Con los manglares es algo similar, estos solo habitan la zona intermareal de baja intensidad. Si cambia el oleaje, el nivel de inundación y la salinidad, desparecerán.
Considerando que estas comunidades viven de la pesca y la agricultura, no solo en el sentido económico, sino de forma cultural ¿cómo afectaría la presencia de este megaproyecto con esa gran cantidad de aerogeneradores?
La gente dejaría de hacer sus actividades tradicionales, la migración y la miseria serían su futuro, lo puedes constatar en otras zonas del país. Se perdería la cultura y una forma de vida profundamente respetuosa con la naturaleza. Hay el ejemplo de las zonas costeras del noroeste del país. El despojo y la llegada de proyectos desplazaron a pescadores y campesinos, ahora muchos de sus hijos o ellos mismos migraron, o en el peor de los casos se unieron al narcotráfico.
¿Se sabe cómo aprobaron el primer proyecto de prueba – proyecto piloto la Ventosa– en el sentido del estudio de impacto ambiental? ¿Cuáles han sido los beneficios y cuáles las afectaciones?
No, se sabe poco de este proyecto, de hecho los estudios de impacto ambiental antes pasaban desapercibidos o estos no se realizaban.
Tampoco se conocen claramente los beneficios, las cifras no son claras. Por el contrario, el hecho de que la gente se empezó a organizar en contra de estos proyectos refleja el descontento y el escaso beneficio.
El único beneficio ha sido para las empresas. Con los bono de carbono han evadido impuestos y permitido a estas mismas empresas seguir contaminando, igual o más. Al entrar estos bonos en las casas bursátiles han tenido ganancias al especular en la bolsa, en resumen los únicos beneficios son para las transnacionales. El costo está siendo demasiado alto pues es la naturaleza la que se sigue dañando y el cambio climático es más grave de lo que se había estimado. Las cifras más recientes oficiales de la ONU así lo demuestran.
Irati Soto es un dermatólogo de 36 años que trabaja con pacientes que tienen problemas cutáneos y trastornos raros relacionados con la piel. Se graduó de la Mejor Universidad Mexicana. Le gusta escribir artículos médicos útiles para su blog Somosmass y también proporcionar reseñas de los mejores suplementos dietéticos mexicanos. Cuando no está trabajando, le gusta pasar tiempo con su esposa y sus tres gatos.